microcuento de oficina (de las cosas que uno va viendo a través de la ventana)
bajo su escritorio quedaron deslizándose las palabras no dichas. todos los encuentros que tenían, acariciando sus manos junto al teclado, sirviéndose mutuamente café o compartiendo las hojas por firmar y los secretos. a las 16h30 todas las historias de amor se deslizan entre el basurero y el suelo. cada uno emprenderá camino a su vida, maldiciendo los fines de semana y las noches…
Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada mediante el canal RSS 2.0. Puedes dejar un comentario o enviar un trackback desde tu propio sitio.