microcuento ajeno (Norberto Costa)

Despertar.

Despertó cansado, como todos los días. Se sentía como si un tren le hubiese pasado por encima.
Abrió un ojo y no vio nada. Abrió el otro y vio las vías.

Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada mediante el canal RSS 2.0. Puedes dejar un comentario o enviar un trackback desde tu propio sitio.

Deja una respuesta

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>