microcuento

la llegada del vapor estaba anunciada en todos los carteles del puerto para las 8 de la noche. el hombre que fumaba espera certero la llegada de su amor, no podía parar de darse vueltas alrededor del puesto de la señora que vendía cigarrillos. a las 7, ella le sonreía, 7 y media era mutuo el acercamiento. faltando un minuto para las 8, entre los dos levantaron el puesto y se fueron en bus al otro lado de la ciudad, comentan los vecinos que no hay nadie más feliz en todo el barrio. no pasó nada en el puerto, nunca pasa nada en los puertos…

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